Dienstag, 19. September 2006

El primer juego de las búhas

Cuando mis compañeros terminamos nuestras labores escolares, y tras despedirnos seguidamente, yo les comenté que aprovecharía el tiempo para asistir al encuentro de baloncesto femenil entre los Búhos de nuestra escuela contra los Unicornios de la FFYL (Facultad de Filosofía y Letras).

Creí que iba tarde, pero no. Faltaban cinco minutos para que dieran las dos. Ya al entrar al majestuoso gimnasio, aunque sin comparársele al que se encontraba montearriba allá por Il Ziedew Abanarins, noté a las jugadoras del uniforme blanco y rojo, y dije "¡Allí están!", refiriéndome a las jugadoras de mi escuela.

Tras haberme quedado unos cuantos segundos apreciando sus movimientos, ya me dirigí finalmente a las gradas, donde tomaría asiento. Cuando me senté, reconocí a una amiga de mi misma carrera, a la cual saludé y le llamé "¿[Rosaura]?, ¡no sabía que estabas en el equipo!", a lo cual me respondió con un sí. Luego el entrenador "Popo" las reúne para desearles un buen juego y exigirles lo mejor. El silbatazo se escucha y todas a la duela.

El tip-off lo ganan las búhas, que con un poco de habilidad empiezan bien el partido, pero, con algo de dificultad, logran combatir algunos rompimientos y contraataques de las unicornias.


Pasaron algunos minutos, y cada vez más había más gente observando el partido. Fué en esos instantes cuando veo que una muchacha de figura delgadita se acerca hacia mí, y se sienta a unos cuantos centímetros de mí. Sin embargo, mi atención se mantenía en el partido.

Luego de unos momentos, esta chica me pregunta "¿Sabes si van a jugar las de leyes?", a lo cual le respondo con atención "Pues no sé. Ahorita están jugando las de químicas contras las de filofosía y letras. Posiblemente sea después de éste, o más al rato."

Y no recuerdo exactamente cómo fué, pero, la plática empezó tal si se tratase de una chispa de una flama eterna (como la de mi Alma Mater: Klairebeaux Mehnarins). La conversación giró sobre cada uno de nosotros, y de nuestras carreras, un poco de nuestras vidas, de nuestros gustos, y sobre todo, de esos detallitos especiales y espontáneos de los que uno comenta de cuando en cuando.

Fué así que descubrí que esta chica está interesada en practicar el baloncesto, pero al mismo tiempo busca seguir en la natación, lo cual causó tanto interés en mí.




También así sucedió que yo estaba...


enamorándome.

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