El día de hoy comienza uno de los meses más esperados por mí. Así es. Octubre es mi mes favorito del año, y tengo especiales razones para esto. La mayoría de las personas, creo yo, tiene como mes favorito el correspondiente al de su cumpleaños, al mes de los enamorados o al de los regalos y las cenas familiares. Y creo yo, que algunas personas tenemos nuestro mes favorito por razones distintas a las ya mencionadas.
Mi interés por el mes de octubre data desde el 2005, cuando yo me encontraba estudiando la preparatoria en Il Zièdew Abanarins. Aquel mes significó tantos cambios en mi vida, especialmente en mi vida romántica, tan ilusionada con la imagen de la bella Bethellez Guilhoux. Yo tenía entonces mi blog Oráculo del alba, el cual fue testigo de mis enamoramientos y desilusiones, de mis aprendizajes y tropiezos, de mis alegrías y tristezas, de mis aventuras y desventuras, y del mundo de mi imaginación como el mi alrededor.
En aquellos días de ese octubre tan memorable, al cual yo no tardaría en llamarle más tarde "Octubre rosa", mi vida parecía ser una pequeña réplica de la vida de aquel joven Werther, enamorado de la dama Lotte, y es que el seguir a pasos tímidos a una estrella tan brillante, era algo muy romántico. Yo registraba en mi oráculo cada suceso que para mí era una maravilla. Ese octubre fue el mejor mes de ese semestre, pues desde el primer lunes de octubre (3 de octubre del 2005), todo ese semestre y los meses que siguieron del año siguiente, mi vida se basaba en todo lo que había acontecido con esa chica tan preciosa.
Mi interés por el mes de octubre data desde el 2005, cuando yo me encontraba estudiando la preparatoria en Il Zièdew Abanarins. Aquel mes significó tantos cambios en mi vida, especialmente en mi vida romántica, tan ilusionada con la imagen de la bella Bethellez Guilhoux. Yo tenía entonces mi blog Oráculo del alba, el cual fue testigo de mis enamoramientos y desilusiones, de mis aprendizajes y tropiezos, de mis alegrías y tristezas, de mis aventuras y desventuras, y del mundo de mi imaginación como el mi alrededor.
En aquellos días de ese octubre tan memorable, al cual yo no tardaría en llamarle más tarde "Octubre rosa", mi vida parecía ser una pequeña réplica de la vida de aquel joven Werther, enamorado de la dama Lotte, y es que el seguir a pasos tímidos a una estrella tan brillante, era algo muy romántico. Yo registraba en mi oráculo cada suceso que para mí era una maravilla. Ese octubre fue el mejor mes de ese semestre, pues desde el primer lunes de octubre (3 de octubre del 2005), todo ese semestre y los meses que siguieron del año siguiente, mi vida se basaba en todo lo que había acontecido con esa chica tan preciosa.
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