Die vierte Woche meines letzten Semesters

¡Buenas noches a todos! Hoy viernes marca el fin de mi cuarta semana académica de mi último semestre. He abandonado mi querido y hermoso Segundo oráculo del alba por un buen rato, y no os he contado sobre las cosas y detalles que han sucedido en mi vida. A continuación me dedicaré a narrarles las cosas más importantes y novedosas que me han sucedido en estas cuatro semanas.


Die erste Woche
¡Oh, la primera semana de clases! ¡Qué bella sensación! El pensar en comenzar un nuevo semestre siempre me ha llenado de emoción, energía y motivación para hacer las cosas bien. Recuerdo que días, o semanas, antes de comenzar el semestre había estado escuchando la canción de la guapa mujer Vanessa Williams, "Save the Best for Last".

El título de esta canción ha sido mi lema para este mi último semestre, pues pienso dar mi máximo y mejor desempeño en lo que será mi última temporada en esta facultad tan bella, mi escuela de Ekimasce.

Me gusta siempre estar preparado para todo. Antes de comenzar el semestre yo ya tenía libretas nuevas (algunas libretas del semestre pasado fueron recicladas) y lápiz y plumas nuevos. De igual manera sabía que en esta primera semana no habría muchas actividades académicas, por no decir tareas, por lo que ya pensaba llevar mi maleta con mi ropa deportiva para jugar y practicar baloncesto.

Debido a que no me encontraba (y todavía no) trabajando, realizando prácticas profesionales, estaba completamente libre por las mañanas, por lo que yo me comprometí a acompañar a mi hermana a tomar el autobús de la ruta 225-Mildana para que ella llegara a su escuela, la preparatoria #22, en Beauvêttes.

El primer día, al llegar a la facultad, me dirigí a la biblioteca y me decidí de estudiar temas de ecuaciones diferenciales, escribiendo teoría sobre la introducción a esta enorme e interesante rama de las matemáticas. Fue en ese lugar donde me encontré con uno de mis mejores amigos de la carrera: Imelio. Nos pusimos a platicar un poco sobre nosotros y sobre algunas materias del semestre que yo cursé hace unos pocos meses y que mi amigo apenas cursará.

Le comenté que yo venía preparado, por lo que él respondió "Hènne, tú siempre traes tus dos mochilas con libros", a lo cual le dije que en mi maleta roja portaba lo necesario para cambiarme de ropa y bañarme después de jugar baloncesto. Lo invité al gimnasio y fue entonces que minutos después estuvimos en la duela de baloncesto.