Mittwoch, 23. Juni 2010

Durante mi viaje hacia mi hogar en el autobús de la ruta 225 Huinalá, iba leyendo Los tres mosqueteros hasta que abordó el camión una de las muchachas lindas que he conocido en la Jugendliche Gemeinschaft, [Tania]. Al verla caminar por el espacio central comencé a guardar mi libro y mi celular con los audífonos, pues iba escuchando la radio, en mi pequeña maleta. Después de unos cuantos segundos me identificó y se acercó a mí.

Yo me encontraba sentado, pegado a una ventana del lado derecho, en los últimos asientos antes de la puerta trasera. A lado mío una mujer iba sentada.

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