Samstag, 16. Juli 2005

Primera sesión

Hay veces que las palabras no pueden ocupar menos espacio en nosotros mismos, cuando los sentimientos sobrepasan sus límites, cuando los sueños son inmensamente grandes y los secretos son incontrolablemente dichos. No nos queda más que ver el viento correr por nuestro alrededor, pedirle un favor y confiar en él. Escribir en él todo lo que no podemos contar tan fácilmente, todo lo que no podemos confiar a cualquiera. Guardar estos secretos en la bóveda celeste y así quedarnos tranquilos hasta que el viento haya dado la vuelta al mundo, con nuestros deseos y sueños, secretos y miedos, con todos nuestros sentimientos.

Es este, el lugar donde puede uno escribir y ver cómo nuestros tesoros personales e internos son compartidos al aire libre hacia el universo.

Es este, mi Oráculo del Alba. Disfruten su estancia aquí y díganme cómo sienten este aposento virtual. Déjenme saber también sus ilusiones y secretos, por supuesto, si ustedes lo permiten. Pero lo más importante aquí, es que conozcan el lado sentimental y escondido de mi alma.

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