Este fin de semana que acaba de terminar me había puesto en contacto con una chica linda y al parecer agradable que apenas se había inscrito a la página de Plenty of fish, por lo que fui pronto a enviarle un mensaje para saludarle y presentarme brevemente, mencionándole que me gustaría tener una amistad con ella. Pensé que la palabra amistad sería más adecuada, pues en su perfil mencionaba tener dieciocho años, llevándole yo cinco años de ventaja. ¡Toda una vida universitaria de diferencia!
Sin embargo, yo sé que para toda una relación de pareja, antes del noviazgo tuvo que haber una buena amistad, y de preferencia dada entre dos compañeros. Pero al tener un mar que separa nuestras edades, y la verdad apenas conocía lo que decía su perfil, prácticamente somos dos desconocidos que queremos tener una amistad, para así conocernos. ¿O primero debemos conocernos y luego ser amigos? Bien, a lo mejor lo ideal es primero conocernos y luego ser amigos, pero si menciono que me interesa su amistad, sin decir que me interesa salir (y por lo tanto, llegar a tener alguna relación romántica) con ella, creo que es una forma sencilla y confiable de poder entrar en contacto con ella y descubrir quién es quién en esta pareja de desconocidos.
El sábado en la madrugada le envié un mensaje para ver si podíamos platicar [por el medio que ella quisiera], pero horas más tarde ella me respondió que estaría ocupada prácticamente todo el día [al igual que mi hermana, que presentaría su examen de admisión para la universidad], por lo que ella propuso el domingo. Yo más tarde le respondí, que no habría problema y que estaría esperando a que fuera domingo para poder conversar con ella. Y así fue. Pasó el sábado, mi hermana fue a su examen, yo me quedé aún así en casa y más tarde salimos a casa de mi tía Rosy para celebrar el cumpleaños de un sobrino mío, y todo esto era para pasar el sábado fuera de casa, lejos de la tentación de la computadora.
Por fin llegó el domingo, me había levantado en la madrugada, pues como había comido/cenado demasiado en la fiesta de mi primo, mi estómago seguía trabajando y mi cerebro no podía recibir señales para descansar fácilmente. Después de esto comencé a utilizar la computadora, un rato jugando, otro rato viendo algunos detalles, pero ninguno como el mensaje que le escribí a esta chica linda para preguntarle como a qué hora nos veíamos para platicar. Después de esto me dormí y no desperté sino hasta después de la una de la tarde. Había dividido mis horas de sueño en dos mitades.
En la tarde cuando volví a usar la computadora vi que ya me había respondido esta señorita y me comentaba que ella más tarde me diría en qué momento sería oportuno platicar, pero sabiendo que yo apenas me había levantado, todavía no había consumido alimentos y mucho menos había ido a misa aún, le propuse que yo podría después de las ocho de la noche, porque más tarde saldría a misa. Nuevamente, los hechos sucedieron hasta que llegué una hora tarde a la acordada a mi casa y minutos después ingresé a la página de este sitio de citas.
En el sistema de la página aparecía como conectada, con la posibilidad de chatear directamente con ella. Traté de esta manera en comunicarme con ella, sin esperar algo grandioso. Minutos después mi sorpresa fue inmensa al saber que había recibido una respuesta de verdad por parte de la chica. ¡Genial! Fue así que entre pocas líneas nos pusimos de acuerdo para platicar a través de MSN Messenger, para platicar más agusto y que la conversación se pudiera guardar en mi computadora.
Quiero compartirles que durante esta plática, que duró poco más de una hora, descubrí a una chica muy agradable y linda, que apenas entrará a la universidad (es de la misma edad que mi hermana), es católica y al parecer sí es activa en cuanto a su participación, tiene algunos gustos comunes a los míos (dibujar y escribir). ¡Es casi mi alma gemela! Lo que sí debo de cuidar es cómo llevo esta relación (ya sea de amistad o algo superior), pues es casi seis años menor que yo y la verdad no quiero realizar alguna tontería.
Pero durante la conversación que tuvimos hubo una laguna que ella formó, pues comentó que vendría en algún momento, que no tardaría. No me molesta que se haya tomado su tiempo, pues comprendo que muy bien pudo haber ido a cenar, a hablar con alguna de sus mejores amigas sobre este hallazgo o algo distinto, pero mientras ella estaba fuera, mi red de pescador había capturado para mi atención desde hace tiempo a una chica muy guapa y atractiva, un poco mayor que ésta nueva chica, pero siendo menor que yo. Y lo interesante fue que me comuniqué con esta otra joven, la cual también me respondió. Parecía que hoy era mi día de conquistas por internet.
Por fin llegó el domingo, me había levantado en la madrugada, pues como había comido/cenado demasiado en la fiesta de mi primo, mi estómago seguía trabajando y mi cerebro no podía recibir señales para descansar fácilmente. Después de esto comencé a utilizar la computadora, un rato jugando, otro rato viendo algunos detalles, pero ninguno como el mensaje que le escribí a esta chica linda para preguntarle como a qué hora nos veíamos para platicar. Después de esto me dormí y no desperté sino hasta después de la una de la tarde. Había dividido mis horas de sueño en dos mitades.
En la tarde cuando volví a usar la computadora vi que ya me había respondido esta señorita y me comentaba que ella más tarde me diría en qué momento sería oportuno platicar, pero sabiendo que yo apenas me había levantado, todavía no había consumido alimentos y mucho menos había ido a misa aún, le propuse que yo podría después de las ocho de la noche, porque más tarde saldría a misa. Nuevamente, los hechos sucedieron hasta que llegué una hora tarde a la acordada a mi casa y minutos después ingresé a la página de este sitio de citas.

Quiero compartirles que durante esta plática, que duró poco más de una hora, descubrí a una chica muy agradable y linda, que apenas entrará a la universidad (es de la misma edad que mi hermana), es católica y al parecer sí es activa en cuanto a su participación, tiene algunos gustos comunes a los míos (dibujar y escribir). ¡Es casi mi alma gemela! Lo que sí debo de cuidar es cómo llevo esta relación (ya sea de amistad o algo superior), pues es casi seis años menor que yo y la verdad no quiero realizar alguna tontería.

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