Hoy asistí a misa en la Basílica del Roble, en el centro de la ciudad de Harlzbornn. Gracias a Dios recuperé su Gracia y tuve la bendición de comulgar y recibir el cuerpo y la sangra de Cristo. Llegué poco después de las cuatro y media de la tarde mientras hacía fila para la confesión, la cual comenzó prácticamente en la siguiente misa de las cinco de la tarde. Para ese entonces la fila era larga, pues la gente tenía ya varios minutos esperando, además de que era un solo sacerdote el que se encontraba confesando.
Cuando llegué estaba oficiando la misa un sacerdote de edad avanzada, serio y con voz muy grave, casi ininteligible en ciertos momentos, sobre todo cuando se trata de palabras que no estén dentro de alguna oración o frase conocida o escrita. Sin embargo, para la misa de las cinco hubo cambio de sacerdote, siendo el segundo más joven y con una voz más clara. Este sacerdote siempre hace que la misa sea un momento agradable con sus comentarios relacionados a las lecturas y experiencias personales, además de incorporar a los fieles en algún tipo dinámica.
Lo que me gusta de este templo es que prácticamente hay misas a cada hora, y es de aquellos templos donde sí hay confesiones durante las misas. Además, casi siempre todas las bancas están ocupadas, y mucha gente comulga, aunque un porcentaje considerable sigue sin recibir la Eucaristía.
Lo que no me gusta de este templo es que a veces hay pocos sacerdotes disponibles para confesar cuando hay muchas gente haciendo fila esperando recobrar la gracia. ¡Vaya que sigue habiendo una gran necesidad de sacerdotes! Oremos por ellos.
El próximo domingo será el Domingo de Ramos. Ese día estaré trabajando hasta máximo las 7:00 p.m. en donde estoy realizando mis prácticas profesionales. Aún necesito pensar a qué templo asistiré para poder celebrar tal episodio de la vida de Jesucristo.
Cuando llegué estaba oficiando la misa un sacerdote de edad avanzada, serio y con voz muy grave, casi ininteligible en ciertos momentos, sobre todo cuando se trata de palabras que no estén dentro de alguna oración o frase conocida o escrita. Sin embargo, para la misa de las cinco hubo cambio de sacerdote, siendo el segundo más joven y con una voz más clara. Este sacerdote siempre hace que la misa sea un momento agradable con sus comentarios relacionados a las lecturas y experiencias personales, además de incorporar a los fieles en algún tipo dinámica.
Lo que me gusta de este templo es que prácticamente hay misas a cada hora, y es de aquellos templos donde sí hay confesiones durante las misas. Además, casi siempre todas las bancas están ocupadas, y mucha gente comulga, aunque un porcentaje considerable sigue sin recibir la Eucaristía.
Lo que no me gusta de este templo es que a veces hay pocos sacerdotes disponibles para confesar cuando hay muchas gente haciendo fila esperando recobrar la gracia. ¡Vaya que sigue habiendo una gran necesidad de sacerdotes! Oremos por ellos.
El próximo domingo será el Domingo de Ramos. Ese día estaré trabajando hasta máximo las 7:00 p.m. en donde estoy realizando mis prácticas profesionales. Aún necesito pensar a qué templo asistiré para poder celebrar tal episodio de la vida de Jesucristo.
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