Al arribar a mi barrio de Kristalia, en Laubax, iba caminando por la acera del parque donde está la cuasi-parroquia "La Sagrada Familia", donde divisé a un grupo de personas congregadas, algo de música como ambiente y varias risas. Segundos más tarde advertí que se trataba de una reunión o fiesta juvenil, totalmente juvenil. No todos convivían en un mismo círculo, pero al menos estaban reunidos en el terreno de esta iglesia.
Pasé frente a la puerta de este terreno cercado, pudiendo ver un poco de cerca a aquellas figuras adolescentes o recién juveniles, ese aire fresco, tranquilo y suave. ¡Cómo me gustaría conocer chicas así! Fue entonces que mi mente comenzó a cuestionar si no estaría yo "perdiendo mi tiempo", yendo los domingos a misa hasta el centro de la ciudad de Harlzbornn, hacer entre cuatro y cinco horas totales, y regresar sin conocer a alguien, ¡cuando podría conocer a más gente de Kristalia e incluso de Les Tourelles si asistiera a la misa realizada los domingos en este parque!
¿Será que mi gusto por hacer esfuerzos hercúleos y buscar recuperar la Gracia hasta Harlzbornn me estén privando de conocer a chicas lindas (además de católicas) que vivan cerca de mi hogar? ¿Estaré perdiendo mi tiempo? Seguramente no lo estoy perdiendo, aunque sí le estoy invirtiendo muchas horas dominicales. Sé que son cosas importantes y confortantes, recuperar la Gracia, asistir a misa, y caminar un breve rato por la ciudad; pero, ¿acaso he tratado a alguien, frecuentemente, durante las misas, además de los mismos sacerdotes que me confiesan u ofician la misa? Sinceramente no.
Cada domingo que asisto a alguna misa de alguna capilla o templo del centro de Harlzbornn, casi siempre es una hora distinta, por lo que seguramente pierdo la posibilidad de conocer a esas personas que siempre asisten a la misma iglesia a la misma hora. ¡Me ha faltado constancia y perseverancia! Pero aún así, el detalle que me hizo reflexionar hoy sigue en pie: ¿No debería mirar a la cuasi-parroquia de mi propio barrio? ¿No será que Dios, sabiendo mis esfuerzos, me esté ofreciendo su Gracia, su Palabra, su Cuerpo y Sangre, además de convivir con la misma gente cada domingo, a dos cuadras de mi casa?
Mi meta será al menos averiguar las misas de las vísperas de Navidad y Año Nuevo para así poder asistir en estos días y averiguar de qué me he estado perdiendo. Antes de poder realizar tal faena, necesito nuevamente recuperar pronto la Gracia, comulgar y cumplir mis comunes penitencias, pero más importantes, luchar (orando y leyendo la Biblia más frecuentemente)
Pasé frente a la puerta de este terreno cercado, pudiendo ver un poco de cerca a aquellas figuras adolescentes o recién juveniles, ese aire fresco, tranquilo y suave. ¡Cómo me gustaría conocer chicas así! Fue entonces que mi mente comenzó a cuestionar si no estaría yo "perdiendo mi tiempo", yendo los domingos a misa hasta el centro de la ciudad de Harlzbornn, hacer entre cuatro y cinco horas totales, y regresar sin conocer a alguien, ¡cuando podría conocer a más gente de Kristalia e incluso de Les Tourelles si asistiera a la misa realizada los domingos en este parque!
¿Será que mi gusto por hacer esfuerzos hercúleos y buscar recuperar la Gracia hasta Harlzbornn me estén privando de conocer a chicas lindas (además de católicas) que vivan cerca de mi hogar? ¿Estaré perdiendo mi tiempo? Seguramente no lo estoy perdiendo, aunque sí le estoy invirtiendo muchas horas dominicales. Sé que son cosas importantes y confortantes, recuperar la Gracia, asistir a misa, y caminar un breve rato por la ciudad; pero, ¿acaso he tratado a alguien, frecuentemente, durante las misas, además de los mismos sacerdotes que me confiesan u ofician la misa? Sinceramente no.
Cada domingo que asisto a alguna misa de alguna capilla o templo del centro de Harlzbornn, casi siempre es una hora distinta, por lo que seguramente pierdo la posibilidad de conocer a esas personas que siempre asisten a la misma iglesia a la misma hora. ¡Me ha faltado constancia y perseverancia! Pero aún así, el detalle que me hizo reflexionar hoy sigue en pie: ¿No debería mirar a la cuasi-parroquia de mi propio barrio? ¿No será que Dios, sabiendo mis esfuerzos, me esté ofreciendo su Gracia, su Palabra, su Cuerpo y Sangre, además de convivir con la misma gente cada domingo, a dos cuadras de mi casa?
Mi meta será al menos averiguar las misas de las vísperas de Navidad y Año Nuevo para así poder asistir en estos días y averiguar de qué me he estado perdiendo. Antes de poder realizar tal faena, necesito nuevamente recuperar pronto la Gracia, comulgar y cumplir mis comunes penitencias, pero más importantes, luchar (orando y leyendo la Biblia más frecuentemente)
Keine Kommentare:
Kommentar veröffentlichen