¡Oh, Tijuana! ¡Aquel año que vivimos mi familia y yo allá en la península de Baja California fue muy bello! Fue un año casi único, muy interesante, un mundo, al menos desde el punto de vista de un niño de ocho años, muy distinto.
Llegamos a Tijuana en el verano del '96, en vísperas de los Juegos Olímpicos celebrados en aquel entonces en la ciudad cede de Atlanta, en Georgia (EUA). En un inicio nos hospedamos en algunos hoteles, y todavía recuerdo el nombre de dos de ellos, que eran de la misma compañía: Baja Inn. Pasamos un grato tiempo en esos lugares, y recuerdo que mientras mis padres encontraban algún lugar para vivir, nos hospedábamos en una habitación del hotel. Incluso cuando mis padres encontraron una escuela en dónde inscribirme para el ciclo escolar que ya estaba pronto a comenzar, todavía estuvimos unos días más en uno de esos hoteles.
Recuerdo que por las mañanas yo veía algunas caricaturas en idioma inglés, como por ejemplo
Llegamos a Tijuana en el verano del '96, en vísperas de los Juegos Olímpicos celebrados en aquel entonces en la ciudad cede de Atlanta, en Georgia (EUA). En un inicio nos hospedamos en algunos hoteles, y todavía recuerdo el nombre de dos de ellos, que eran de la misma compañía: Baja Inn. Pasamos un grato tiempo en esos lugares, y recuerdo que mientras mis padres encontraban algún lugar para vivir, nos hospedábamos en una habitación del hotel. Incluso cuando mis padres encontraron una escuela en dónde inscribirme para el ciclo escolar que ya estaba pronto a comenzar, todavía estuvimos unos días más en uno de esos hoteles.
Recuerdo que por las mañanas yo veía algunas caricaturas en idioma inglés, como por ejemplo
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