Desde el domingo pasado en la noche ya me había decidido a visitar dos empresas contiguas ubicadas en la zona industrial de Klairebeaux, pero como me desvelé toda la madrugada del lunes y terminé durmiéndome hasta las ocho de la mañana, la verdad ya no salí ese día, como tampoco salí al día siguiente. Pero una vez más, me reafirmé que al día siguiente, hoy miércoles, por fin cumpliría mi promesa personal de visitar estas dos empresas por primera vez en mi vida y dejar mis datos personales para poder tener una entrevista laboral y buscar alguna oportunidad laboral.
Y así fue. Hoy sí me levanté temprano. Retomé un problema pendiente que había en mi hogar respecto al internet (que no estaba funcionando) y los de Cablevisión me comentaron, tras minutos de pruebas y ayuda, que pasarían un reporte de este problema y que en el transcurso del día lo estarían solucionando. Por lo tanto, ya no tenía mucho que hacer en casa. Me bañé, me cambié de prendas, y escuchaba en las noticias con Carmen Aristegui lo que había sucedido de un debate presidencial organizado por estudiantes de México. Después de varios minutos, ya salí en busca de trabajo.
Poco después de las diez y media de la mañana ya me encontraba en la avenida donde se encuentran estas dos empresas. La primera empresa que visité fue una que se dedica a la fabricación de fragancias y perfumes. Esta empresa la conocí debido a que está ubicada cerca de mi Alma Mater y además que la pareja de mi tía Ebisel, "el tío" Gerades, y su yerno, Homes Tharb, trabajaban ahí, pero en áreas como la de sistemas.
Cuando mi papá iba por mi a la universidad para recogerme, siempre pasábamos por ahí y él siempre mencionaba que lo que olía era la sosa, que así olía, y que yo como ingeniero químico debía de conocer las propiedades físicas y químicas de los compuestos, sus colores y sabores.
Claro, él no es ingeniero químico y no sabe tanto como yo sé o podré saber, pero la verdad, es un poco atrevido decir sosa, y más atrevido si uno no conoce qué productos se están fabricando ahí, qué materias primas se utilizan y qué proceso se lleva a cabo. Sin embargo, mi padre sabe que ahí es una empresa donde podría desarrollarme, pero como a mi nunca me ha gustado que alguien me indique el camino, sino más bien yo busco mi camino, nunca he accedido a cumplir lo que él desea.
Han pasado ya varios años, o semestres, ya terminé mi carrera de ingeniería química y estoy en la búsqueda de trabajo. Si visito esta empresa, no es sólo por lo que han dicho mi padre y el tío Gerades, sino por propia curiosidad e interés de trabajar en una industria química. Yo no tengo ninguna "palanca" ni recomendación, pero sí tengo lo necesario para desarrollarme en cualquier industria de procesos químicos.
Al llegar a la entrada de esta empresa, le comenté al vigilante que venía a buscar trabajo, que no tenía cita para entrevista, y que sólo venía a dejar mis datos. Él me comentó que sin cita no podía pasar, pero yo seguía insistiendo en que sólo me interesaba dejar mis datos, y para remediar mi insistencia me comentó que me dirigiese a la otra caseta de vigilancia, del otro lado de la cuadra, donde me podrían atender.
Caminé bajo el fuerte sol de las diez de la mañana hasta llegar a esta otra caseta de vigilancia. Me atendieron cortésmente, pero al comentarles que yo había estudiado ingeniería química y que buscaba trabajo, uno de los guardias presentes me dijo que en esa área sólo buscaban operarios, por lo que me recomendó que fuera a la puerta principal (de donde yo había venido).
Nuevamente caminé bajo el fuerte sol de todavía las diez de la mañana hasta llegar a la puerta principal. Hablé por segunda ocasión con el primer vigilante, reafirmando mi firme y recta insistencia. Entonces accedió a dejarme pasar sólo a la recepción, donde me proporcionarían los datos de la persona de recursos humanos. Pasé a la antecámara donde la recepcionista, después de algunos segundos, pues se hallaba hablando por teléfono, me anotó en una hojita tipo Post-It el nombre, teléfono y correo electrónico de la persona de recursos humanos. Le agradecí luego su ayuda y salí de los terrenos de esta empresa.
Me dirigí a la siguiente empresa, tan sólo algunos metros más adelante. Esta segunda industria se dedica a la fabricación de detergentes y jabones. El caso de cómo llegué a conocer esta compañía es un poco más divertido y curioso. Les recuerdo que yo realicé mis primeras prácticas profesionales (no oficiales para mi Alma Mater) y mi servicio social en una pequeña empresa dedicada a la fabricación de productos químicos para la industria metal mecánica, entre ellos detergentes, soluciones de fosfato de hierro y zinc y antioxidantes.
Ahí conocí los conocimientos básicos de los surfactantes (agentes activos de superficie) y sobre los detergentes, su fabricación y algunos procesos, como también bajé de internet en aquella época el gran Manual de los detergentes, editado por la Prensa CRC, del grupo Taylor & Francis. Tal información, además de mi gran interés por el tema, me servirían meses más tarde a mí y a mi equipo en la realización de nuestro proyecto de diseño de plantas II, que justamente se enfocó en la producción del ácido dodecilbencensulfónico, el surfactante utilizado como materia prima en la fabricación de detergentes.
Fui yo quien propuso el tema de la fabricación de los surfactantes en mi equipo de diseño de plantas, y convencí a mis compañeros al mostrarles la basta y completa información que había investigado y tenía yo en mi haber. Entre los tantos documentos, patentes, artículos y volúmenes de libros que encontré y tenía, hay un artículo el cual es un estudio de mercado específicamente de este producto químico, en donde mencionan las distintas empresas que lo fabrican en todo el mundo, incluyendo México.
No me sorprendió ver algunos nombres de enormes empresas, tales como Procter & Gamble, Colgate-Palmolive o Estepan. Y entre las demás mencionadas, sólo una se encuentra en el estado de Nuevo León, y es precisamente esta segunda empresa que estaba visitando yo, donde uno de mis compañeros de equipo de diseño de plantas II hizo sus prácticas profesionales y extrañamente para mí ya no continúa trabajando ahí. Gracias a este compañero pudimos comprobar varias cosas que investigamos del proceso, comparando y comprobando lo que tenían en común mis investigaciones y el proceso de ellos.
Llegué directamente a la recepción, donde se encontraba el vigilante, atendiendo a una pareja que se encontraba esperando alguna entrevista. Segundos más tarde se dirigió conmigo y me presenté, comentándole que busco trabajo, que soy ingeniero químico y que me interesaba programar una cita para entrevista con la persona de recursos humanos. Lamentablemente no me concedió ninguna entrevista con la persona responsable de recursos humanos, ni tampoco me dio los datos de tal persona. Lo único que logré fue dejar mi currículo en manos de esta persona, confiando que se lo haría llegar al destino correcto.
Fue así que terminó por el día de hoy mi búsqueda de trabajo.
Espero mantenerlos al tanto respecto a este tema. ¡Saludos!
Al llegar a la entrada de esta empresa, le comenté al vigilante que venía a buscar trabajo, que no tenía cita para entrevista, y que sólo venía a dejar mis datos. Él me comentó que sin cita no podía pasar, pero yo seguía insistiendo en que sólo me interesaba dejar mis datos, y para remediar mi insistencia me comentó que me dirigiese a la otra caseta de vigilancia, del otro lado de la cuadra, donde me podrían atender.
Caminé bajo el fuerte sol de las diez de la mañana hasta llegar a esta otra caseta de vigilancia. Me atendieron cortésmente, pero al comentarles que yo había estudiado ingeniería química y que buscaba trabajo, uno de los guardias presentes me dijo que en esa área sólo buscaban operarios, por lo que me recomendó que fuera a la puerta principal (de donde yo había venido).
Nuevamente caminé bajo el fuerte sol de todavía las diez de la mañana hasta llegar a la puerta principal. Hablé por segunda ocasión con el primer vigilante, reafirmando mi firme y recta insistencia. Entonces accedió a dejarme pasar sólo a la recepción, donde me proporcionarían los datos de la persona de recursos humanos. Pasé a la antecámara donde la recepcionista, después de algunos segundos, pues se hallaba hablando por teléfono, me anotó en una hojita tipo Post-It el nombre, teléfono y correo electrónico de la persona de recursos humanos. Le agradecí luego su ayuda y salí de los terrenos de esta empresa.

Ahí conocí los conocimientos básicos de los surfactantes (agentes activos de superficie) y sobre los detergentes, su fabricación y algunos procesos, como también bajé de internet en aquella época el gran Manual de los detergentes, editado por la Prensa CRC, del grupo Taylor & Francis. Tal información, además de mi gran interés por el tema, me servirían meses más tarde a mí y a mi equipo en la realización de nuestro proyecto de diseño de plantas II, que justamente se enfocó en la producción del ácido dodecilbencensulfónico, el surfactante utilizado como materia prima en la fabricación de detergentes.
Fui yo quien propuso el tema de la fabricación de los surfactantes en mi equipo de diseño de plantas, y convencí a mis compañeros al mostrarles la basta y completa información que había investigado y tenía yo en mi haber. Entre los tantos documentos, patentes, artículos y volúmenes de libros que encontré y tenía, hay un artículo el cual es un estudio de mercado específicamente de este producto químico, en donde mencionan las distintas empresas que lo fabrican en todo el mundo, incluyendo México.
No me sorprendió ver algunos nombres de enormes empresas, tales como Procter & Gamble, Colgate-Palmolive o Estepan. Y entre las demás mencionadas, sólo una se encuentra en el estado de Nuevo León, y es precisamente esta segunda empresa que estaba visitando yo, donde uno de mis compañeros de equipo de diseño de plantas II hizo sus prácticas profesionales y extrañamente para mí ya no continúa trabajando ahí. Gracias a este compañero pudimos comprobar varias cosas que investigamos del proceso, comparando y comprobando lo que tenían en común mis investigaciones y el proceso de ellos.
Llegué directamente a la recepción, donde se encontraba el vigilante, atendiendo a una pareja que se encontraba esperando alguna entrevista. Segundos más tarde se dirigió conmigo y me presenté, comentándole que busco trabajo, que soy ingeniero químico y que me interesaba programar una cita para entrevista con la persona de recursos humanos. Lamentablemente no me concedió ninguna entrevista con la persona responsable de recursos humanos, ni tampoco me dio los datos de tal persona. Lo único que logré fue dejar mi currículo en manos de esta persona, confiando que se lo haría llegar al destino correcto.
Fue así que terminó por el día de hoy mi búsqueda de trabajo.
Espero mantenerlos al tanto respecto a este tema. ¡Saludos!
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