Montag, 30. April 2012

De tierras y gente

Hoy, cerca de las dos de la tarde, cuando todavía me encontraba en las oficinas de FPM, donde hago mis últimas prácticas profesionales, hablé por teléfono a la librería Gandhi, para saber si abrirían mañana, primero de mayo (Día del trabajo). Gracias a Dios me dijeron que sí abrirían mañana, comenzando a las diez de la mañana y cerrando una hora antes, pero la hora de cierre no me interesa, pues pienso ir con mi hermana temprano, antes del mediodía.

Todo comenzó ayer, pues mi hermana quería ir al centro a comprar un libro, Veronika decide morir, el cual quiere regalárselo a un amigo suyo, pero como todavía no había ido yo a misa, y además de que el juego de la primera ronda de la Conferencia del Oeste entre los Lakers y los Nuggets se transmitirían por ABC a las 2:30 p. m., convencí a mi hermana de no ir ese día y acompañarla mañana, siempre y cuando no fuese a trabajar el martes.

Hoy supe que sí habrá asueto mañana, por lo tanto sí podré acompañar a mi hermana al centro, además de que también abrirán la librería Gandhi. Por lo tanto, mi hermana no se enojará conmigo.

Después de salir de las oficinas me dirigí hacia el centro de la ciudad de Harlzbornn, llegando directamente en la Ruta 220 que tomé en la avenida Sendero, justamente donde están construyendo un puente, el cual supuestamente quedará terminado para junio o julio. Ya en el centro caminé hasta la calle de la librería Atenea, mi favorita entre las de libros usados, y la cual considero inclusive algo mejor que algunas librerías de libros nuevos. ¡Adoro ese lugar!

Ahí me puse a ver los libros que tienen en las mesas a la entrada de la librería, los cuales están en oferta, a cinco o diez pesos. Fue entonces que me topé con algunos libros que me llamaron la atención, titulados "Lands and peoples", los cuales forman parte de una colección de la editorial Grolier, editados y publicados en los 60's (lo cual descubrí al ver la información impresa en las primeras páginas). Estos libros presentaban muy buen cuidado, además de estar en inglés y presentar información sobre las distintas áreas del mundo, tales como los países del este de Europa, África, Latinoamérica, los países de medio oriente, Estados Unidos, etcétera.


Debido a la calidad, precio y tema de los libros, me decidí a comprarlos, pues hoy mismo me pagaron. La cuestión era, ¿los compro todos hoy, o me espero mañana, que andaré aquí en el centro también? Minutos más tarde los llevé con la persona del mostrador, y mientras seguía preguntándome si llevármelos ya u otro día, aproveché para preguntar por el Orlando furioso, el cual ha llamado mi atención en los últimos día, pues es otra historia de caballería, escrita originalmente en italiano por Ludovico Ariosto, hace muchos siglos, allá por el Renacimiento, como secuela al original de Matteo Maria Boiardo, Orlando innamorato, siendo éste último menos popular y conocido, además de encontrarse todavía más escaso en librerías.

La mujer del mostrador tras mi petición bajó, para mi sorpresa, un libro del furioso. Me comentó que era ilustrado, y lo primero que se me vino a la mente fue un libro infantil, como aquel que vi hace algunos años de la Odisea en el sótano; pero al ver el libro que me mostró, no podía tener más sentido lo que me mostraba: una edición de esos libros gigantes con las maravillosas ilustraciones de Gustave Doré. Mi papá hace años compró los tres libros de Dante Aligheri, igualmente ilustrados por el mismo artista, pero a diferencia del Orlando ilustrado, los títulos de Dante sí presentan los textos tanto en italiano como en español, mientras que el Orlando sólo en español. Que por cierto, he bajado de internet ya los textos en italiano del innamorato y furioso.

Respecto a este libro que me mostró la mujer, le comenté que lo siguiera guardando, pues posiblemente [semanas] más tarde vendría por él, si es que no llego después del susodicho señor, que ella mencionó, que había separado todos los libros ilustrados por Doré.

Fue así que el día de hoy llegué a casa con regalos para mis [futuros] niños, como bien dijo mi mamá, una herencia. Sí, ¡una herencia cultural! Hoy me regalé a mi mismo, como si fuese niño, siete libros por setenta pesos. ¡Tan sólo diez pesos por libro! Vaya, tanta cultura muy buena y a precio accesible, y tanta gente...

Creo que debería yo hacer un libro, titulado "De libros y gentes".

Keine Kommentare:

Kommentar veröffentlichen