Todo ocurrió este viernes, 7 de enero, durante la mañana, cuando mi perrita Cookie se encontraba acostada sobre mi cama. Ya habían pasado varias semanas desde su cruce con un chihuahueño como ella, de un tono café y tamaño poco más grande que ella. La pobre estaba tan gorda, tan gorda que le ladraba a uno para que le ayudaran a subirse al sillón o a la cama, pues sola no podía. Estaba embarazada, muy embarazada.
Mi madre seguía aún en la casa, y se encontraba conmigo en mi cuarto. Juntos pudimos ver cómo al estar acostada Cookie empezó a salir de la vagina de nuestra perrita algo que tenía la forma de una burbuja que poco a poco iba aumentando. Al parecer ella dentro de poco comenzaría a parir a sus criaturas, y entonces mi mamá comenzó a traer algunas cosas como toallas, la cama de Cookie o cualquier cosa que pudiese ser útil.
Keine Kommentare:
Kommentar veröffentlichen